Ferrari 458 Italia

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Este es un automóvil de dos plazas con un motor de 8 cilindros dispuesto en V. La presentación oficial tuvo lugar en la 63ª edición del Salón de Frankfurt, el septiembre de 2009. El nuevo producto, según los anuncios de la compañía, es el resultado de una importante evolución técnica que le permite obtener menores emisiones y consumo que el modelo anterior “F430”, a pesar de tener mayor cilindrada y potencia. El automóvil está desarrollado en una estructura de aleación de aluminio fabricada con tecnologías derivadas de la industria aeroespacial, con suspensión delantera con triángulos superpuestos y multienlace para las traseras. El automóvil está equipado con una sola unidad de control Magneti Marelli combinada con el manómetro de Ferrari derivado de la Fórmula 1. Una sola unidad de control permite que el E-Diff (diferencial electrónico) sea controlado y desconectado, el F1-Trac (sistema de tracción) y el ABS. Se prestó especial atención a la ergonomía del interior y los controles de conducción, estos últimos agrupados en el volante para garantizar una mayor concentración mientras se conduce sin quitar las manos. El piloto de Formula 1 multi-racer de Fórmula 1 Michael Schumacher participó como consultor en la creación y puesta a punto del automóvil. El perfil estético de la carrocería recuerda las clásicas líneas deportivas, generalmente creadas por Pininfarina para los modelos anteriores de Ferrari, que incorporan algunos detalles innovadores, como los nuevos grupos ópticos “cimitarra”, similares a los de Ferrari California, y la disposición de los tres escapes, unidos al centro del parachoques trasero, muy similar a los del Ferrari F40. Estos últimos tienen dos tamaños diferentes: el más pequeño, el central y los más grandes, los laterales. Aún de acuerdo con la declaración, el Ferrari 458 Italia llega a una velocidad de 100 km / h desde parado en menos de 3,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de más de 325 km / h. Los apéndices aerodinámicos delanteros en los costados del logotipo del Cavallino, de forma similar a los alerones de los monoplazas de Fórmula 1, contribuyen a mejorar el rendimiento, cuya incidencia se regula automáticamente por las deformaciones asumidas debido a la velocidad. La tracción, según la tradición de la casa de Módena, es posterior.